Este mensaje resulta particularmente valioso, ilustra la conexión entre la violencia hacia los animales y la conducta humana:
El Supervisor y Agente Especial del FBI Allen Brantley, en una entrevista expuso "LA CRUELDAD HACIA LOS ANIMALES NO ES UNA VÁLVULA DE ESCAPE INOFENSIVA EN UN INDIVIDUO SANO...ES UNA SEÑAL DE ALARMA… Los homicidas muy a menudo fueron niños que nunca aprendieron que está mal sacarle los ojos a un cachorro”.A estas palabras se sumaron (desde la Prisión del Estado de Oregon) las de Keith Jesperson Hunter, asesino en serie, quién agregó “Es la misma sensación si estrangulas un animal o una persona. Ya has sentido la presión en el cuello mientras intentan respirar. Estás estrujándoles la vida a esos animales y no hay mucha diferencia. Lucharán por sus vidas igual que lo hará un ser humano. Llega un momento en que matar ya no significa nada. Ya no me interesaban los animales y empecé a buscar víctimas humanas. Lo hice. Maté y maté hasta que me pillaron. Ahora pago por ello durante el resto de mi vida….Deberíamos parar la crueldad antes de que se transforme en un problema mayor, como yo.”
Los proteccionistas denuncian con frecuencia, y en cantidades cada vez más alarmantes, la violencia generada hacia los animales. Pero estos delitos son vistos por personas profesionales, legisladores y algunos comunicadores como un delito menor, no como un síntoma de violencia en aumento en nuestra sociedad. El colapso del sistema judicial y penal, son argumentos habituales para negar mayor implicación en la lucha contra la crueldad hacia los animales. Tomar más este tipo de violencia, supone por tanto un beneficio en la lucha contra la violencia hacia las personas: El psiquiatra Alan Felthous, junto con otros colegas, ha identificado una tríada constituida por el abuso físico por parte de los padres, crueldad hacia los animales y violencia hacia las personas. En gran parte, los estudios basados en el abuso y criminología adulta, muestran que las primeras instancias de crueldad hacia los animales tienen lugar temprano en la vida del abusador. Estos casos incluyen balear, pegar, patear, acuchillar, tirar, quemar, ahogar, colgar, envenenar, abusar sexualmente y/o mutilar a los animales. En base a lo descripto, queda claro que las mascotas juegan un importante rol en la vida de las personas. Lamentablemente, según lo investigado, la conexión que existe entre este abuso y la violencia humana, es un tema desconocido para muchos.
El Supervisor y Agente Especial del FBI Allen Brantley, en una entrevista expuso "LA CRUELDAD HACIA LOS ANIMALES NO ES UNA VÁLVULA DE ESCAPE INOFENSIVA EN UN INDIVIDUO SANO...ES UNA SEÑAL DE ALARMA… Los homicidas muy a menudo fueron niños que nunca aprendieron que está mal sacarle los ojos a un cachorro”.A estas palabras se sumaron (desde la Prisión del Estado de Oregon) las de Keith Jesperson Hunter, asesino en serie, quién agregó “Es la misma sensación si estrangulas un animal o una persona. Ya has sentido la presión en el cuello mientras intentan respirar. Estás estrujándoles la vida a esos animales y no hay mucha diferencia. Lucharán por sus vidas igual que lo hará un ser humano. Llega un momento en que matar ya no significa nada. Ya no me interesaban los animales y empecé a buscar víctimas humanas. Lo hice. Maté y maté hasta que me pillaron. Ahora pago por ello durante el resto de mi vida….Deberíamos parar la crueldad antes de que se transforme en un problema mayor, como yo.”
Los proteccionistas denuncian con frecuencia, y en cantidades cada vez más alarmantes, la violencia generada hacia los animales. Pero estos delitos son vistos por personas profesionales, legisladores y algunos comunicadores como un delito menor, no como un síntoma de violencia en aumento en nuestra sociedad. El colapso del sistema judicial y penal, son argumentos habituales para negar mayor implicación en la lucha contra la crueldad hacia los animales. Tomar más este tipo de violencia, supone por tanto un beneficio en la lucha contra la violencia hacia las personas: El psiquiatra Alan Felthous, junto con otros colegas, ha identificado una tríada constituida por el abuso físico por parte de los padres, crueldad hacia los animales y violencia hacia las personas. En gran parte, los estudios basados en el abuso y criminología adulta, muestran que las primeras instancias de crueldad hacia los animales tienen lugar temprano en la vida del abusador. Estos casos incluyen balear, pegar, patear, acuchillar, tirar, quemar, ahogar, colgar, envenenar, abusar sexualmente y/o mutilar a los animales. En base a lo descripto, queda claro que las mascotas juegan un importante rol en la vida de las personas. Lamentablemente, según lo investigado, la conexión que existe entre este abuso y la violencia humana, es un tema desconocido para muchos.
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